Ogan Stepanovich Chubaryan: teórico em ação da biblioteconomia socialista

Ogan Stepanovich Chubaryan: teórico en acción de la bibliotecología socialista

Ogan Stepanovich Chubaryan: theorist in action of socialist librarianship

Felipe Meneses-Tello

ORCID: https://orcid.org/0000-0002-2080-2962

Doctor en Bibliotecología y Estudios de la Información en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), México. Profesor de asignatura definitivo en el Colegio de Bibliotecología de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), México.

Email: fmeneses001@yahoo.com.mx

RESUMEN: El objetivo principal es difundir entre la comunidad bibliotecaria del mundo Iberoamericano el legado teórico de Ogan Stepanovich Chubaryan, uno de los principales estudiosos de la bibliotecología/biblioteconomía socialista. Además del esbozo biográfico y las principales publicaciones de este académico, el presente trabajo trata diferentes asuntos teóricos sobre la bibliotecología soviético-socialista, así como sobre el potencial social de los libros, la lectura y las bibliotecas en un contexto diferente al del sistema social capitalista.

PALABRAS-CLAVE: bibliotecología; biblioteconomía; bibliotecología soviética; bibliotecología socialista; bibliotecología marxista-leninista.

ABSTRACT: The main objective is to disseminate among the library community of the Ibero-American world the theoretical legacy of Ogan Stepanovich Chubaryan, one of the main scholars of socialist library science/librarianship. In addition to the biographical sketch and the main publications of this academic, the present work deals with different theoretical issues on Soviet-Socialistic librarianship, as well as on the social potential of books, reading and libraries in a context other than the capitalist social system.

Keywords: library science; librarianship; Soviet library science; socialistic librarianship; Marxist-Leninist library science.

RESUMO: O principal objetivo é difundir entre a comunidade bibliotecária do mundo Ibero-Americano o legado teórico de Ogan Stepanovich Chubaryan, um dos principais estudiosos da biblioteconomia socialista. Além do esboço biográfico e das principais publicações deste acadêmico, o presente artigo trata de diferentes questões teóricas sobre a biblioteconomia soviético-socialista, assim como sobre o potencial social do livro, da leitura e das bibliotecas em um contexto diferente do sistema social capitalista.

PALAVRAS-CHAVE: biblioteconomia; biblioteconomia soviética; biblioteconomia socialista; biblioteconomia marxista-leninista.

1 Introducción

¿Por qué estudiar la teoría y la práctica marxista-leninista tanto de la bibliotecología como de la biblioteconomía? Porque el marxismo ha tenido una gran influencia en la historia moderna concerniente a la praxis bibliotecaria; porque las bibliotecas con perspectiva marxista-leninista fueron puestas en acción para atender a casi la mitad de la población mundial en los países socialistas, esto es, en la Unión Soviética, Bulgaria, Yugoslavia, Checoslovaquia, Hungría, Albania, Alemania Oriental, Polonia y Rumania. Más aún, hoy en día todavía las bibliotecas de molde socialista siguen desarrollándose en países que continúan con esta forma de gobierno: China, Cuba, Vietnam, Laos y Corea del Norte. Consecuentemente la bibliotecología (library science) y la biblioteconomía (librarianship) no se pueden estudiar y analizar de manera integral sin la visión social y política del marxismo-leninismo. Por esto, la comunidad bibliotecaria occidental debe saber sobre la visión teórica de pensadores como Ogan Stepanovich Chubaryan. Desconocer la teoría/práctica bibliotecaria con espíritu marxista-leninista implica, en esta región del mundo, formarse una visión limitada y centrada en la visión occidental en materia de bibliotecas y asuntos colindantes. Perspectiva que no se caracteriza por ser universal ni tiene la prerrogativa teórico-práctica absoluta (PATEMAN y PATEMAN, 2021, p. 2).

En la literatura bibliotecológica occidental es habitual encontrar citas en torno a las obras de famosos teóricos, oriundos de países anglosajones, destacándose entre ellos algunos estadounidenses y británicos. Autores como Melvil Dewey (1851-1931), Lionel R. McColvin (1896-1976), Jesse Hauk Shera (1903-1982), Frederick Wilfrid Lancaster (1933-2013), entre otros de la misma tradición y talla. En contraste, teóricos socialistas como Ogan Stepanovich Chubaryan (1908-1976), Georgy Polikarpovich Fonotov (1915-2006), Konstantin Ivanovich Abramov (1920-2001) y otros, prácticamente son desconocidos en Occidente. Se podría conjeturar que el principal motivo es la barrera lingüística que en esta parte del mundo impone el alfabeto cirílico que usa el idioma ruso. Pero esto es relativo porque, como en el caso del autor que nos ocupa, algunos de sus escritos están publicados en inglés; y, como se detallará, la tercera edición de una de sus principales obras se tradujo al español. Parece entonces que es más bien el desconocimiento o desinterés que existe sobre la bibliotecología socialista entre la comunidad occidental que cultiva esta disciplina. También se podría argumentar que se trata de una especie de amnesia o desmemoria en relación con la importante corriente bibliotecológica soviético-socialista que aún se práctica en algunos países. En todo caso, las ideas y las prácticas (pensamiento + acción = praxis bibliotecaria) de esta corriente conforman una porción fundamental de la bibliotecología mundial.

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Cabe precisar que Ogan Stepanovich Chubaryan es parte de la pléyade clásica de teóricos de la bibliotecología y profesionales de la biblioteconomía en los ámbitos social, político, ideológico y cultural de la URSS. Así, él figura en el marco de la historia y la teoría de estas disciplinas, en el contexto socialista soviético, junto con Lyubov Borisovna Khavkina (1871-1949), Yuri Vladimirovich Grigoriev (1899-1973), Konstantin Ivanovich Abramov (1920-2001), Anatoly Nikolaevich Vannev (1925), Nikolai Semyonovich Kartashov (1928-2011), Yuri Nikolaevich Stolyarov (1938-) (Ванеев и Колесникова = VANEEV y KOLESNIKOVA, 2013, p. 7), entre otros, como: Boris Vladimirovich Bank (1900-1984), Vasily Fedorovich Sakharov (1902-1986), Firsov Gueorgui Gavrilovich (1902-1990), Isodor Markovich Frumín (1907-1992) y Kreydenko Vladímir Semiónovich (1930) (Ванеев и Колесникова = VANEEVy KOLESNIKOVA, 2013, pp. 14-17). Sin omitir a otros destacados teóricos, como Viktor Vasilyevich Skvortsov (1939-2005). La obra escrita del académico Chubaryan es, como detallaremos, parte fundamental de las ideas que contribuyeron al desarrollo de importantes temas teóricos de la práctica bibliotecaria socialista. Temática que puede considerarse parte teórica e histórica de la bibliotecología social mundial.

2 Antecedentes

2.1 Esbozo biográfico

Ogan Stepanovich Chubaryan (Оган Степанович Чубарьян). Nació el 25 de septiembre de 1908 en Rostov del Don; falleció el 7 de enero de 1976, en Moscú. Fue un destacado bibliotecario de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas - URSS (Союз Советских Социалистических РеспубликСССР). Por sus contribuciones al desarrollo teórico de la bibliotecología, también ha sido reconocido en el contexto internacional. A través de sus exposiciones frente a diversos públicos, se escuchó en Sofía y Praga, Berlín y Budapest, Toronto y La Haya, Londres y Roma, y por supuesto en su país, constituido en una federación socialista (Ким = KIM, 1978, p. 6). Demostró, a través de su obra escrita y su práctica bibliotecaria, un profundo y amplio interés por los libros, las bibliotecas y la lectura. Por lo que se sabe, tuvo una larga trayectoria profesional en torno a la práctica y teoría de nuestra disciplina.

Así, después de graduarse de la escuela secundaria en 1927, se trasladó a Moscú, donde ingresó a los Cursos Bibliográficos Superiores en la Cámara Estatal Central del Libro de la RSFSR (Высшие библиографические курсы при Государственной центральной книжной палате РСФСР) y al mismo tiempo trabajó primero como bibliotecario en los Cursos Industriales y Económicos, luego como bibliógrafo en la Cámara del Libro. Después de graduarse de los cursos en 1930, fue nombrado jefe de la Biblioteca del Instituto de Planificación de Moscú, donde trabajó hasta diciembre de 1936. En ese tiempo, en 1931, se convirtió en bibliógrafo de la Biblioteca Politécnica Central (TsPB) del Comisariado Popular de Educación de la República Socialista Federativa Soviética de Rusia (RSFSR).

En 1935, Chubaryan preparó y durante seis años impartió un curso de conferencias sobre “Adquisición de colecciones de bibliotecas” (“Комплектование библиотечных фондов”) en el Departamento de Bibliotecas del Instituto de Estudios Avanzados de Ingeniería y Trabajadores Técnicos en la Industria Pesada. En 1936, fue nombrado para el cargo de subdirector de trabajo científico de la Biblioteca Central de Psicología. En diciembre de 1938, ocupó el cargo de secretario científico en la Biblioteca Científica Estatal (GNB) del Comisariado del Pueblo de la Industria del Carbón de la URSS, y en marzo de 1941 se convirtió en el editor-bibliógrafo jefe de su sector bibliográfico. De modo que antes de que estallara la Segunda Guerra Mundial, ocupó importantes cargos de responsabilidad bibliotecaria y bibliográfica.

Durante la Gran Guerra Patria se enroló en el Ejército Rojo. Así, de mayo de 1942 a agosto de 1945 se desempeñó como comandante de las unidades de fusileros en el Frente de Leningrado. Uno de los campos urbanos de batalla más cruentos que sufrió el pueblo soviético contra la Alemania nazi y en donde su principal institución bibliotecaria, la Biblioteca Pública Estatal en Leningrado (Государственной Публичной библиотекой в Ленинграде, siguió, bajo intensos bombardeos, brindando servicios. Al terminar la guerra, en 1945, el profesor Chubaryan fue jefe del Departamento de Biblioteconomía, Decano y Vicerrector del Instituto de Bibliotecas de Moscú (Московского библиотечного института). En 1947, Chubaryan defendió su disertación en el Московский государственный институт культуры (Instituto Estatal de Cultura de Moscú) para obtener el grado de candidato de ciencias pedagógicas en la especialidad de “bibliografía”. De 1960 a 1963 sería Subdirector de la Biblioteca Pública Estatal Científica y Técnica de la URSS. En 1972 logró doctorarse en ciencias pedagógicas. En 1973 obtuvo el título académico de profesor.

Al bibliotecario y bibliólogo Chubaryan se debe la iniciativa de publicar la revista Технические библиотеки СССР: Опыт работы (с 1961 по 1968 год) [Bibliotecas Técnicas de la URSS: Experiencia Laboral (de 1961 a 1968)]. La finalidad de esta publicación, con frecuencia de 6 números al año (de 1961 a 1962) y después de 10 números al año (de 1963 a 1975), era identificar y difundir las mejores prácticas de las bibliotecas científicas y técnicas del ese país federado. Después cambió a Научные и технические библиотеки СССР (с 1969 по 1991 год) [Bibliotecas científicas y técnicas de la URSS (de 1969 a 1991)]. Con la disolución de la URSS, en 1992 la revista cambió el título a Научные и технические библиотеки (Bibliotecas Científicas y Técnicas). Chubaryan de 1964 a 1975 se desempeñó como jefe editor de la revista. Con el paso del tiempo, esa revista fue convirtiéndose de una de las de mayor prestigio y autoridad en el campo profesional. Aún hoy en día esa publicación periódica continúa cubriendo los temas más actuales de esas instituciones bibliotecarias al servicio de la ciencia y tecnología.

En octubre de 1963 fue contratado por la Biblioteca Estatal de la URSS V. I. Lenin (Библиотека имени В. И. Ленина), donde fue nombrado subdirector de trabajo científico y metodológico. Y desde diciembre de 1969 hasta junio de 1972 se desempeñó como director de esa magna biblioteca nacional de la extinta URSS. En relación con esa institución bibliotecaria cabe recordar que a partir de 1925 se llamó Biblioteca Estatal de la URSS en honor a V. I. Lenin, principal constructor del sistema bibliotecario socialista soviético (PATEMAN, 2019; PATEMAN, 2021); y en 22 de enero de 1992, por decreto del Presidente de la Federación Rusa, se transformó en la Biblioteca Estatal de Rusia. En relación con su trayectoria bibliotecaria, se aseveraría: “Decenas de años de labor rectora en las bibliotecas más importantes del país le permitieron ver y sentir el proceso de acercar al pueblo el libro, de percibir la lectura como parte integral de la construcción socialista y comunista en nuestro país” (Ким = KIM, 1978, p. 4). En efecto, su trabajo realizado en varias bibliotecas soviéticas lo motivó para forjar su discurso teórico en el campo de la bibliotecología/biblioteconomía socialista.

Así, entre 1969-1976 fundó y presidió la Comisión de historia y teoría de la biblioteconomía. Como reconocido especialista en el campo de la teoría y práctica de las instituciones bibliotecarias, el profesor Chubaryan tuvo una gran influencia en la formación y el desarrollo de la teoría de la bibliotecología, la biblioteconomía y la ciencia de la lectura en el contexto de la sociedad soviética, por ende, en la configuración y el progreso del «sistema de bibliotecas soviéticas» (советской библиотечной системы) (Ким = KIM, 1978, p. 3).

Acorde con estos antecedentes académicos y profesionales, Ogan S. Chubaryan es reconocido como uno de los más prominentes administradores de bibliotecas y uno de los más destacados teóricos de la biblioteconomía socialista soviética (KARETZKY, 2002, p. 22). En los siguientes apartados se detallan asuntos en que se basan estos puntos de vista.

2.2 Principales pulbicaciones

En efecto, el doctor Chubaryan contribuyó de manera relevante en el desarrollo de la bibliotecología (la teoría) y la biblioteconomía (la práctica). A él se le atribuye la autoría de importantes libros y artículos en torno a estos campos de conocimiento. En relación con sus principales obras, se toman en cuenta algunos libros mencionados por Солдаткин = Soldatkina (2009, p. 72-73). Empero, para ser objetivos consideremos lo que Kim Maxim Pavlovich, miembro de la Academia de Ciencias de la URSS, al respecto escribió:

El autor es un reconocido especialista en el campo de la teoría y la práctica de las bibliotecas y en el asunto del libro en nuestro país. Numerosos trabajos y actividades prácticas de O. S. Chubaryan tuvieron una gran influencia en la formación y desarrollo de la teoría de la biblioteconomía y la ciencia de la lectura en la sociedad soviética, en la formación y desarrollo del sistema bibliotecario soviético (Ким = KIM, 1978, p. 3).

[…] y publicó más de un centenar de artículos científicos. O. S. Chubaryan planteó muchos problemas científicos relacionados con el proceso de lectura y las actividades de las bibliotecas como los canales más efectivos y masivos para introducir a las personas a los libros y la lectura (Ким = KIM, 1978, p. 5).

Ciertamente, los asuntos que destellan en las publicaciones a las que hemos tenido acceso de este autor soviético figuran los concernientes a los libros y las bibliotecas, y ambos en el entorno a la lectura individual y colectiva como acto motivador para la acción en los diferentes escenarios de la cultura socialista, la cual “se apoya en la labor creativa revolucionaria de las masas y en el creciente bienestar material del pueblo” (ARNÓLDOV, 1975, p.45). En efecto, ese desenvolvimiento cultural bibliotecario, en el marco del primer Estado socialista, se adhirió al desarrollo revolucionario de la cultura en general y al de la cultura bibliotecaria de masas en particular.

Entre sus principales publicaciones destaca su libro Общее библиотековедение. Учебник (Bibliotecología general. Libro de texto), el cual fue publicado en tres ediciones: la primera en 1960, la segunda en 1968 y la tercera en 1976. Así, se asevera: “Dedicó muchos años de su vida a la formación de una nueva disciplina científica, denominada “Bibliotecología general”. Escribió un libro de texto universitario sobre esta disciplina, que ya pasó por varias ediciones en nuestro país y en el exterior” (Ким = KIM, 1978, p, 4). En efecto, de la tercera edición se conoce una traducción de la edición original del ruso al español. Se trata de la tercera edición del libro Bibliotecología general que publicó el Ministerio de Cultura de la República de Cuba en 1981. A través de este libro, tanto la comunidad bibliotecaria cubana como la de países de habla hispana han tenido la oportunidad de conocer la evolución teórico-práctica de la «bibliotecología soviética»; de apreciar la praxis bibliotecaria socialista como un movimiento integral para activar tanto el trabajo cultural y económico como el productivo y científico.

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Cabe precisar, el libro Bibliotecología general está estructurado en seis capítulos, a saber: 1] La bibliotecología como ciencia social, 2] Bibliotecología y sociedad, 3] La biblioteconomía en la URSS, cuestiones generales, 4] Fundamentos de la organización de la biblioteconomía en la URSS, 5] Servicio bibliotecario a la población, y 6] Dirección de la biblioteconomía en la URSS. Con base en esta estructura epistemológica, el autor explica la teoría de la bibliotecología socialista soviética. Desde esta perspectiva, y como aseveraría el autor: “La bibliotecología soviética constituyó la base de desarrollo de la teoría bibliotecaria en todos los países socialistas, es decir, [fue y es] la base de la bibliotecología socialista” (CHUBARYAN, 1981, p. 17). La contraparte de la bibliotecología que percibió en esta obra emerge y se desarrolla en el escenario social-liberal-capitalista.

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Otra de sus obras que vale mencionar es el Словарь библиотечных терминов (Diccionario de términos bibliotecarios), publicado en 1976. Los términos incluidos en el diccionario abarcan los conceptos básicos de la bibliotecología, incluyendo los nuevos que habían aparecido en los últimos años, tales como: la sociología y psicología de la lectura, la automatización de los procesos bibliotecarios, el estudio y uso del fondo bibliotecario, el catálogo automatizado, etc. Los términos del diccionario los ordenó alfabéticamente. Con el propósito de reflejar el sistema de términos y facilitar el uso del diccionario, consultó varios diccionarios, generó diferentes sistemas de referencia, y al final incluyó un índice temático. Esta obra de consulta evidencia el interés de Ogan Chubaryan sobre la importancia de estandarizar la terminología de la disciplina en torno a la que teorizó y practicó con especial entusiasmo, dedicación y brío.

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Considerando a la biblioteca soviética como el modelo primigenio de biblioteca de tipo socialista propiamente dicho, Chubaryan procuró divulgar el sistema bibliotecario de la URSS alrededor del mundo, particularmente en Occidente. Una muestra es su libro Libraries in the USSR, editado en Moscú, en 1972, por la editorial Novosti Press Agency Publishing House. Conformado por los siguientes cuatro capítulos: 1] A country of readers, 2] Libraries for the people, 3] Guides to Reading, y 4] Leading Soviet libraries. En este libro narra la importancia, el funcionamiento y la fuerza social y política de los servicios bibliotecarios soviéticos a partir de la Revolución de Octubre de 1917. Es decir, cuando el gobierno soviético puso en marcha proyectos, planes y programas con el fin de brindar todas las oportunidades para que el pueblo tuviese la posibilidad de tener acceso al conocimiento; cuando las antiguas bibliotecas monolíticas del imperio zarista se convirtieron, por indicaciones de Vladimir Ilich Uliánov, Lenin, en verdaderas bibliotecas al servicio de la población. Así que este libro destaca la relevancia de las bibliotecas y los libros en la vida de todos los grupos y personas, mencionando las más famosas instituciones bibliotecarias soviéticas instaladas hasta entonces en Moscú (Biblioteca Lenin, Biblioteca Universitaria, Biblioteca Estatal de la URSS de Literatura Extranjera, Biblioteca Estatal de la URSS Científica y Técnica), en Leningrado (Biblioteca Saltykov-Schedrin y Biblioteca de la Academia de Ciencias) y en otras latitudes (Biblioteca Universitaria de Vilnius, en la capital de Lituania; y la Biblioteca de la Juventud Republicana de la Federación Rusa, en Kazan, República de Tartastan). En todo caso, las publicaciones escritas por el bibliotecario Chubaryan, para colegas occidentales, se ajustaron al objetivo de difundir el movimiento bibliotecario socialista soviético puesto en acción.

Libraries in the Soviet Union / by O.S. Chubaryan: Chubarian, Ogan  Stepanovich: Books - Amazon.ca

Su libro Человек и книга: социальные проблемы чтения (El hombre y el libro: problemas sociales de la lectura), compuesto por tres capítulos: 1] La ciencia de lectura, 2] El libro y la sociedad y 3] El lector y la biblioteca, refleja la estrecha vinculación de los libros con el lector y la lectura en el entorno de los acervos bibliográficos organizados en las bibliotecas.

Чубарьян, О.С. Человек и книга (социальные проблемы чтения)

Relaciones culturales vinculadas estrechamente con la vida en sociedad. Recordemos que Chubaryan logró el doctorado a comienzos de la década de los setenta del pasado siglo en ciencias pedagógicas. Si es que para él este encuadre de asuntos, relacionados estrechamente con su quehacer bibliotecario, fue una esfera cognoscitiva de especial relevancia y pertinencia para demostrar el potencial social de las comunidades bibliotecarias para construir comunidades lectoras en su país. Ciertamente reconoció que los asuntos sobre los libros y la lectura tenían largos y abundantes antecedentes históricos. Por ende, la novedad no era poner tanta atención en los beneficios de la lectura, sino en la осознанной общественной ответственности (responsabilidad pública consciente) que implicaba la organización de la массового чтения (lectura masiva), factor relevante del социального развития (desarrollo social) del pueblo. Así, el autor afirmaría en ese libro: “En el convulso y azaroso siglo XX, la lectura deja de ser un privilegio de élites para convertirse cada vez más en un fenómeno de masas” (Чубарьян = CHUBARYAN, 1978, p. 8). Idea que denota el valor de la acción social de la lectura a través de las instituciones bibliotecarias. En este sentido, esta afirmación no pierde vigencia ni relevancia, en el siglo que transcurre, para continuar orientando la praxis del personal que hace funcionar los diferentes tipos de espacios destinados a la lectura pública, popular, comunitaria, escolar, académica y científica.

3 Percepciones teóricas de la Bibliotecología/Biblioteconomia

En los siguientes apartados se tratan diferentes categorías concernientes a las percepciones del teórico socialista que nos ocupa. Se parte de lo general a lo particular con el fin de aclarar el panorama de la bibliotecología/biblioteconomía ruso-soviética-socialista.

3.1 Bilbiotecologia general

El pensamiento teórico de Ogan Stepanovich Chubaryan parte del concepto «bibliotecología general», la cual, según su percepción:

Estudia las leyes del desarrollo de la biblioteconomía, la revelación del papel social de las bibliotecas como instituciones ideológicas y científico-informativas, los principios de la formación del sistema bibliotecario soviético, la tipología de las bibliotecas, la organización del servicio diferenciado para los diferentes grupos de población y la dirección de la biblioteconomía (CHUBARYAN, 1981, p. 18).

En este sentido, la biblioteconomía subyace como una rama del amplio campo de la bibliotecología general, con perspectivas históricas y teóricas. Entorno epistemológico que se centra, esencialmente, en el estudio de la función social de los diferentes tipos de bibliotecas, tanto en el mundo de las ideologías como de las ciencias. Instituciones, en todo caso, de carácter informativo al servicio de la sociedad. Dentro de esta línea conceptual, incluyó la apreciación del sistema bibliotecario de la URSS; así como la gestión del servicio de biblioteca, pero en concordancia con el ciclo de vida de los diferentes grupos etarios.

Entonces, en el marco de los fundamentos generales, la biblioteconomía la ubicó bajo el derrotero de la bibliotecología histórico-teórica. Con base en esta perspectiva, Chubaryan distinguió (1981, p. 18-19) los siguientes ejes temáticos generales clave de estudio y análisis:

1] Los fondos bibliotecarios (principios y método de selección de libros y su organización en las bibliotecas de diferentes tipos y géneros).

2] Los catálogos bibliotecarios (teoría y metodología para elaborar catálogos alfabéticos, sistemáticos y de materias de las bibliotecas, manuales y automatizados).

3] El trabajo de las bibliotecas con los lectores (uso de las colecciones bibliotecarias y la organización de la lectura masiva, principios y métodos de propaganda del libro, sistema de prestación de servicios a los lectores en todo tipo de bibliotecas).

4] La organización del trabajo de una biblioteca (organización, normalización, planificación y control del trabajo bibliotecario, edificios y equipos de bibliotecas, tecnología y mecanización de los procesos bibliotecarios).

El grado de abstracción del doctor Chubaryan, en relación con la noción de la bibliotecología general, lo profundizó mediante el planteamiento de algunos problemas cruciales de la «teoría bibliotecaria general», punto estructural y de impulso de la «teoría bibliotecaria soviética». Son cinco los problemas fundamentales que percibió en torno a esa teoría bibliotecaria general en el contexto de una sociedad socialista desarrollada, a saber:

1] El papel social, económico, cultural e ideológico de las bibliotecas.

2] La lectura como medio de formación del ser humano.

3] Los modos de elevar la eficiencia del proceso bibliotecario.

4] El perfeccionamiento del sistema único de prestación del servicio bibliotecario a la población.

5] La automatización y mecanización de los procesos biblioteco-bibliográficos (CHUBARYAN, 1981, p. 45-47).

Para tal efecto, entretejió perspectivas históricas y teóricas de manera magistral, apuntalando dos enfoques entrelazados: la práctica biblioteconómica y el pensamiento bibliotecológico. Acción y reflexión sobre el funcionamiento social de las instituciones bibliotecarias.

Como se puede observar, el significado de la bibliotecología general en la mirada del profesor Chubaryan apuntalaría, en la esfera de la universalidad de esta disciplina, el alcance social de las bibliotecas. Para él, la bibliotecología se debe entender como una parte relevante y pertinente de la sociedad, es decir, tiene que ser percibida “como parte orgánica de la vida social” (CHUBARYAN, 1981, p. 9), para superar así la visión meramente técnico-administrativa, esencia de lo que denominó como «bibliotecología burguesa». Para aquel teórico socialista, la bibliotecología, desde una perspectiva general, debía ser una disciplina para orientar y así favorecer la acción de las masas; para apuntalar la educación e instrucción del pueblo; para convocar a la práctica bibliotecaria a satisfacer las demandas de los lectores infantes, jóvenes y adultos (KUZIN y KONDAKOV, 1977, p. 121). Abundemos y profundicemos algunos asuntos concretos que incluyó en la esfera de lo que concibió como bibliotecología general.

3.2 Bibliotecología rusa

En concordancia con la percepción histórico-teórica de Ogan Stepanovich Chubaryan, a grandes rasgos la bibliotecología/biblioteconomía rusa se divide en tres etapas históricas de desarrollo: 1] el contexto bibliotecario ruso feudal, 2] el entorno bibliotecario ruso imperial, y 3] el trance bibliotecario ruso prerrevolucionario. La bibliotecología rusa es, hemos aseverado, parte de la bibliotecología/biblioteconomía mundial. Ciertamente existen otras apreciaciones fidedignas, como la de Viktor Vasilyevich Skvortsov (1996, p. 10-16), quien al pensar la periodización de la biblioteconomía rusa en sus Теоретические основы библиотековедения (Fundamentos teóricos de la biblioteconomía), comienza distinguiendo la etapa prehistórica de ese quehacer cultural entre los siglos XI y XIII. Fue la época cuando se cultivó el pensamiento/trabajo bibliotecario ruso antiguo; cuando se produjeron las ideas y los actos más iniciales y elementales de lo que ahora se conoce como biblioteca (Скворцов = SKVORTSOV, 1996, p. 11). Otra visión histórica antigua nos la ofrece Vladimir Evstafievich Vasilchenko en su Очерк истории библиотечного дела в России: XI-XVIII века (Ensayo sobre la historia de la biblioteconomía en Rusia: siglos XI-XVIII), publicado en 1948. Empero, centrémonos en los tres momentos o lapsos que apreciaría Chubaryan antes del periodo soviético.

La primera etapa se caracterizó por el auge de las bibliotecas privadas, pues fueron tiempos en que príncipes y boyardos (antiguos nobles rusos de carácter feudal), metropolitanos y monasterios llegaron a tener importantes bibliotecas, entre cuyos propietarios se distinguían los estadistas e intelectuales (médicos, maestros, traductores y clérigos). Durante el sistema social feudal-medioeval, el acceso a las bibliotecas rusas estuvo restringido para la clase dominante y explotadora, nada diferente a lo que aconteció alrededor del mundo. Al respecto se afirma que en el contexto ruso: “La Edad Media dejó una huella indeleble en la biblioteconomía. La posición casi monopólica de la Iglesia en el campo de la biblioteconomía determinó su orientación religiosa. Las bibliotecas eran vistas como centros de difusión de la cultura clerical, y este enfoque predeterminó el contenido y las formas de su trabajo” (Скворцов = SKVORTSOV, 1996, p. 11). Con el paso de los años, se extendió la costumbre de desarrollar bibliotecas en casas aristocráticas y adineradas. Habría que esperar aún un largo tiempo para el surgimiento de las primeras bibliotecas departamentales estatales, como la de la Academia de Ciencias; o la creación de las primigenias bibliotecas a disposición del público en general; bibliotecas en sí semipúblicas o cuasi públicas.

En relación con la segunda fase, el movimiento bibliotecario primitivo ruso continuó aún en el primer cuarto del siglo XVIII con el emperador Pedro I, apodado Pedro el Grande, quien reinó entre 1689 a 1725. Durante ese periodo figura, según Chubaryan, Vasily V. Kipriyanov (c. 1701-¿?), fundador de la Imprenta Civil de Moscú, editor de libros y bibliotecario de la Escuela de Matemáticas y Ciencias de la Navegación. Bajo Pedro I. logró obtener el título honorífico de «царский библиотекарь» (bibliotecario zarista o bibliotecario real). Se sabe que Kipriyanov sugirió a Pedro el Grande un proyecto para establecer en Moscú una “biblioteca pública nacional”, la cual fuese de “utilización gratuita” (CHUBARYAN, ١٩٨١, p. ٢٠). En esos años, Vasily Nikitich Tatishchev (1686-1750) fue quien por primera vez en su Léxico publicado hasta la última década del siglo XVIII definió los términos de biblioteca y bibliotecarios y concibió que la biblioteca no sólo es un depósito de libros, sino que los libros organizados contenidos en sus acervos debían ser “en beneficio de todo el pueblo” (TATISHCHEV, 1793, p. 157-158); “que el objetivo de la biblioteca es prestar un servicio nacional” (CHUBARYAN, 1981, p. 20). Tanto Kipriyanov como Tatishchev fueron algunos de los precursores en concebir la necesidad de crear las primeras bibliotecas públicas en la Rusia zarista. Otro personaje reconocido, en relación con las aportaciones que hizo a la библиотековедческой (ciencia de la biblioteca), fue el científico ruso Mikhail Vasilyevich Lomonosov (1711-1765), quien al estar en contacto con la gestión de la Biblioteca de la Academia de Ciencias (fundada en 1714), “expresó muchas ideas y posiciones valiosas sobre el papel de las bibliotecas como focos de difusión de conocimientos científicos”. Institución “considerada como la primera biblioteca pública de Rusia” (CHUBARYAN, 1981, p. 20). Cabe decir que esa Biblioteca, según Irina Mijailovna Belyaeva, directora de ese centro bibliotecario de 2016 a 2021, fue creada por decreto de Pedro I diez años antes de la conformación de la Academia y el acervo de la biblioteca personal de Pedro el Grande es parte relevante del fondo de origen de aquella biblioteca científica (Хмелевских и Карначев = KHMELEVSKY y KARNACHEV, 2016, p. 3).

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Sería en 1779 cuando se publicó el primer libro sobre biblioteconomía en Rusia. Se trató de la obra: Experiencia sobre la Biblioteca y el gabinete de curiosidades e historia de la Academia Imperial de Ciencias Naturales de San Petersburgo1
, de Iván Grigorievich Backmeister (1732-1788), desde 1756 bibliotecario de aquel organismo académico. Esa publicación fue producto de la conmemoración del quincuagésimo aniversario de la Academia de Ciencias (CHUBARYAN, 1981, p. 20; Скворцов = SKVORTSOV, 1996, p. 13). A ese novel movimiento bibliotecario ruso se debe las preliminares formulaciones generales “sobre la biblioteconomía como fenómeno social y sobre las bibliotecas como instituciones destinadas al uso social” (CHUBARYAN, 1981, p. 21). Asimismo, de los tiempos imperiales data la creación de la Biblioteca Pública Imperial2
, cuyo proyecto de construcción del edificio, a cargo del arquitecto de bibliotecas Egor Timofeevich Sokolov (1750-1824), lo aprobó, en mayo de 1795, la emperatriz Catalina II (Екатерина Алексеевна = Ekaterina Alekséyevna), misma que reinó de 1762 a 1796 (STUART, 1986, p. 33). Catalina la Grande, como también se le conoce, sería la sucesora y heredera de las reformas culturales del emperador Pedro I.

Chubaryan también centró su atención en torno a la Rusia prerrevolucionaria, periodo asignado en parte al desarrollo de la «bibliotecología burguesa rusa» (Скворцов = SKVORTSOV, 1996, p. 13). Según su percepción, el trance bibliotecario ruso prerrevolucionario se caracterizó aún por el nulo o escaso acceso a las bibliotecas que tenían las clases subyugadas. En efecto, el principio de accesibilidad a los espacios bibliotecarios para el pueblo en aquellos tiempos dejaba mucho que desear. En relación con el cuestionable régimen de servicio de biblioteca para las masas Chubaryan (1981, p. 162) escribió: “En la Rusia prerrevolucionaria, las llamadas bibliotecas públicas trabajaban sólo algunas horas por el mediodía y además no todos los días de la semana, es decir, que, de hecho, no podían ser utilizadas por las amplias capas de los trabajadores”. Así, se sabe que la práctica bibliotecaria en ese tiempo, por las barreras que impuso el antiguo régimen, se demoró en progresar, por lo que “estuvo a la zaga de sus contrapartes de los Estados Unidos y Gran Bretaña por casi cincuenta años” (Stuart, 1998, p. 404). La política imperial obstaculizó con mayor vehemencia el trabajo bibliotecario de carácter público-popular. Al respecto se afirma que “el desarrollo de la biblioteconomía se retrasó debido a que el gobierno zarista interfirió en la educación pública. Las bibliotecas públicas se encontraban en condiciones especialmente difíciles. Los funcionarios zaristas y la policía las pusieron bajo estricta supervisión, y solo se les podían comprar libros de los llamados “catálogos ministeriales”, que incluían una pequeña parte de la literatura publicada en Rusia” (Васильченко = VASILCHENKO, 1948, p. 3). Sobre este periodo de plena censura, tanto preventiva como represora Chubaryan aseveró:

En este periodo cobró forma la política reaccionaria del Estado zarista sobre las bibliotecas… por cuanto sometía a las bibliotecas a una cruel vigilancia policíaca, regulaba severamente la composición de los fondos de las bibliotecas y… privaba a las masas de utilizar los valores espirituales acumulados por la humanidad (CHUBARYAN, 1981, p. 22).

La etapa inicial de la bibliotecología como disciplina en Rusia comenzaría a desarrollarse en siglo XIX. Los asuntos de interés giraron en torno a la organización de las principales bibliotecas públicas y universitarias. Concretamente figurarían aquellos trabajos relacionados con la organización (catalogación y clasificación) de las colecciones bibliográficas. Los personajes que sobresalieron en ese tiempo, según Chubaryan, fueron Aleksei Nikolaevich Olenin3
(1763-1843), Fyodor Fyodorovich Reiss (1778-1852) y Vasily Ivanovich Sobolshchikov (1813-1872). A Olenin, se le atribuye haber publicado, en 1809, el primer sistema de clasificación de bibliotecas en Rusia bajo el título Опыт нового библиографического порядка для Санкт-Петербургской императорской библиотеки (La experiencia de un nuevo sistema bibliográfico para la Biblioteca Imperial de San Petersburgo) (Stuart, 1986, p. 639). En tanto Reiss, como empleado entre 19822 y 1832 de la Biblioteca de la Universidad de Moscú, ordenó y compiló los catálogos: Ordo bibliothecae Univers. Caes. Moscú (M., 1826) y Каталог книг библиотеки Императорского московского университета (Catálogo de libros de la Biblioteca de la Universidad Imperial de Moscú) (M., 1831-1836).  Desarrolló también el esquema de clasificación y el sistema de catálogos de tarjetas de libros, trabajo que sería replicado posteriormente en la práctica de las bibliotecas rusas. Sobolshchikov, bibliotecario y arquitecto de la Biblioteca Pública Imperial de San Petersburgo y bajo la dirección de Olenin, escribió, 1859, la primera guía nacional de biblioteconomía intitulada Об устройстве общественных библиотек и составлении их каталогов (Sobre la organización de las bibliotecas públicas y la compilación sus catálogos). De tal suerte que el enfoque técnico bibliotecario fue el que predominó entonces, pasando prácticamente desapercibida la problemática referente al acceso y uso público y gratuito de los fondos de libros por parte de las diversas comunidades lectoras (CHUBARYAN, 1981, p. 21-22).

Del periodo bibliotecario ruso prerrevolucionario, Chubaryan destacó la obra de Nikolai Aleksandrovich Rubakin (1862-1946), bibliólogo, bibliógrafo y bibliotecario. La obra de Rubakin temporalmente se divide entre el antiguo régimen zarista y el nuevo régimen soviético. En concordancia con algunas de sus publicaciones publicadas durante el primer periodo, se puede decir que entonces promovió la lectura seria entre el pueblo ruso (SIMSOVA, 1968). Por esto, se afirma que para él “los libros representaban al pueblo, el pueblo que los escribía y el pueblo que los leía” (SENN, 1977, p. 7). De tal modo que Rubakin estudió con ahínco las necesidades del público lector ruso. Los títulos de algunos de sus libros, “sobre las más diversas cuestiones de biblioteconomía” (CHUBARYAN, 1981, p. 23), publicados antes de la Revolución Rusa de 1917, son elocuentes en este sentido: Experiencia del programa para la investigación de la literatura para el pueblo (1889), Estudios sobre el público lector ruso (1895), Entre libros (1905), Tareas fundamentales de la biblioteconomía (1907), Cartas a los lectores sobre el autodidactismo (1913) y Práctica del autodidactismo (1914). Así, de acuerdo con el profesor Chubaryan (1981, p. 23), el legado de Rubakin antes de la fundación del Estado soviético giró en torno a:

1] El análisis y organización de la lectura autodidacta.

2] La teoría del desarrollo de la colección núcleo de libros.

3] El enfoque de la biblioteconomía con visión democrática.

4] La biblioteca de instrucción general como centro de propaganda para fomentar la mejor literatura.

5] Los estudios sobre los intereses de los lectores como fórmula de orientación de lecturas.

Desde esta perspectiva, las aportaciones de Rubakin, según nuestro teórico, “tuvieron para su tiempo un significado progresista”. La biografía Nicholas Rubakin: a life for books, de Alfred Erich Senn (1977), avala la visión del profesor Chubaryan.

Los temas tratados en aquellos libros a Rubakin le permitieron, ya en tiempos de la Rusia soviética, crear una ciencia mixta al relacionar la bibliología con la psicología. Ciencia que denominó «bibliopsicología»4
. Paul Otlet (1934, p. 32), en su famosa obra El tratado de documentación: el libro sobre el libro, consideraría a “Nicolás Roubakine” como el estudioso e impulsor de la «psicología bibliológica». Más tarde, Sylvia Simsova (1996, p. 118) afirmó que Rubakin fue el fundador de la science of bibliopsychology. Puntos de vistas que coinciden con el de Ogan Chubaryan al afirmar que Rubakin fue quien “creó la teoría de la bibliopsicología”, pero, “a pesar de haber sido el primero que planteó cuestiones relacionadas con la psicología de la lectura, N. A. Rubakin, en esencia, llegó a conclusiones idealistas al afirmar que el libro no es trasmisor, sino un estimulante del pensamiento. Por lo mismo, puso en duda el papel del libro y de la lectura como medios de formación de conciencia social” (1981, p. 29). No obstante, en la visión del doctor Chubaryan, Rubakin fue un personaje relevante en el escenario de la pléyade de estudiosos rusos que trataron temas concretos de la bibliotecología/biblioteconomía durante la segunda mitad del siglo XIX y comienzos del siglo XX. Así que Rubakin “contribuyó al carácter intelectual del movimiento revolucionario en la Rusia zarista” (SENN, 1977, p. 8); y como experto del mundo de los libros y la lectura, es un personaje reconocido en la formación y el desarrollo de la biblioteconomía rusa (Ванеев и Колесников = VANEEV y KOLESNIKOVA, 2013, p. 10), aunque su teoría es prácticamente desconocida en Iberoamérica y escasamente reconocida en el resto del mundo occidental.

3.3 Bilbiotecología burguesa

En el marco de la periodización general de la biblioteconomía mundial, se identifica en el siglo XX el periodo de la bifurcación, división que comprende: la biblioteconomía burguesa, por un lado, y la biblioteconomía socialista, por el otro (Скворцов = SKVORTSOV, 1996, p. 11). Acorde con Skvortsov, el periodo de la «biblioteconomía burguesa rusa» data del siglo XIX y comienzos del XX y la cual estaba basada en normas y valores de la sociedad capitalista; en tanto la «biblioteconomía socialista rusa», emergió a fines de la segunda década del siglo XX cuyos fundamentos serían los de carácter marxista-leninista.

La manera de cómo la investigación en bibliotecología se había estado desarrollando, hasta la década de los setenta en el hemisferio occidental, no permitía analizar los problemas propios de esta disciplina en un profundo y amplio “sentido social”. Así, la característica esencial de esta vertiente era que se había puesto especial énfasis en estudiar y analizar aspectos puramente técnicos. Empero, Ogan Chubaryan reconocería (1981, p. 14).: “las condiciones de vida del agitado siglo XX, pleno de hechos de gran resonancia social y caracterizado por la agudización de las contradicciones de la sociedad capitalista, obligan a muchos bibliotecólogos occidentales de orientación progresista a plantear cuestiones sociales candentes acerca del servicio que brindan los libros al pueblo”. Si es que el factor social entre algunos colegas occidentales no había pasado inadvertido.

Empero, atento a la literatura bibliotecológica de famosos autores occidentales, aseveró: “es suficiente observar el índice de algunos manuales de bibliotecología editados en países capitalistas en los cuales no aparecen los problemas sociales de la bibliotecología” (CHUBARYAN, 1981, p. 13). En este sentido, reconocería “el hecho de que, a diferencia de los países socialistas, en los países capitalistas no ha sido creada una biblioteconomía integral, en el sentido social de este concepto” (CHUBARYAN, 1981, p. 14). Su juicio crítico, en relación con la «teoría burguesa bibliotecaria», se aprecia explícitamente cuando escribió:

Han aparecido opiniones más definidas sobre la necesidad de incluir en el objeto de la bibliotecología el análisis de aspectos sociales de la misma. Han sido publicados artículos y hasta monografías dedicadas a cuestiones tales como: el papel que juega la biblioteca en la sociedad contemporánea, la biblioteca y el lector, etc., pero el análisis de estos problemas no está basado en una metodología como ciencia social. En calidad de ejemplo tomamos el libro J. Shera, uno de los más desatacados bibliotecólogos de Estados Unidos el cual intentó dar una «característica sociológica de la biblioteconomía».

Es posible que J. Shera manifestara más interés que cualquier otro en los problemas sociales de la bibliotecología, pero a pesar de esto, se mantuvo fiel a los principios de la biblioteconomía burguesa en la subestimación del significado de las relaciones sociales, en la fetichización del individuo como ente aislado de la esfera social y en el alejamiento de todo análisis socio-clasista del proceso bibliotecario (CHUBARYAN, 1981, p. 14-15).

Como se puede inferir, el doctor Ogan Chubaryan no pasó inadvertido el legado intelectual referente al pensamiento bibliotecológico occidental, el cual comenzaba a poner atención sobre algunos problemas sociales. Sin embargo, señaló lo que a su juicio hasta entonces impedía conformar un corpus teórico integral y fundamentado con métodos que permitieran determinar a la bibliotecología como una ciencia social. Su apreciación que hizo sobre el teórico Jesse Hauk Shera (1903-1982) debió basarla en las ideas que explicó en torno a la relación que existe entre «bibliotecas y sociedad». Concretamente en lo que respecta a los fundamentos sociológicos de la biblioteconomía que aquel bibliotecólogo estadounidense escribió en artículos y libros durante las décadas de los cincuenta, sesenta y setenta del siglo pasado. Recordemos, por ejemplo, sus Sociological foundations of librarianship (1970). Así, categóricamente el teórico socialista que nos ocupa, afirmó:

[…] la vida va obligando a los bibliotecólogos burgueses «renovar» la teoría burguesa bibliotecaria de acuerdo con los cambios sociales que ocurren en la sociedad. Sin embrago, a pesar de los aislados intentos de plantear los complejos problemas sociales de la biblioteconomía, la bibliotecología burguesa aún considerada como teoría integral, no ha alcanzado el nivel de ciencia social contemporánea. En primer lugar, porque al hablar de los problemas sociales muchos se limitan todavía a las cuestiones internas de la actividad de una biblioteca y no la consideran como parte orgánica de la vida social ni como institución formadora de la conciencia social. En segundo lugar, porque la biblioteconomía, aun y cuando sea tomada de modo integral, es estudiada fuera de la estructura clasista de la sociedad y no como un sistema social de comunicación (CHUBARYAN, 1981, p. 15).

En concordancia con la visión de Chubaryan, la bibliotecología burguesa se puede definir como la ciencia que sustenta un enfoque técnico-formal de carácter aplicado en torno a su objeto de estudio, procurando analizar básica y sustancialmente procedimientos técnicos, desarrollando acervos de libros precariamente dirigidos al pueblo, gestionando servicios bibliotecarios principalmente para individuos y grupos pertenecientes a las capas privilegiadas de la población, y omitiendo u ocultando el clasismo estructural e institucional. Asuntos que imposibilitan generar ideas teóricas profundas sobre la compleja variedad de aspectos sociales que atañen a la biblioteconomía, es decir, a la acción del quehacer bibliotecario orientado con valores y principios socialistas.

3.4 Bilbiotecología soviética

La raíz de este concepto refleja tanto antecedentes históricos como precedentes teóricos; así como brillos sociales y destellos políticos. En efecto, la «bibliotecología soviética» se entiende a partir del origen social, político, cultural, económico e ideológico de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS). Es decir, el referente histórico principal de esta naturaleza de bibliotecología se relaciona con la fundación del Estado soviético, tras el desenlace de la revolución de 1917 y conocida en los anales de la historia universal como la Revolución Socialista de Octubre. Al respecto, en pleno auge del Estado soviético, se aseveró:

El desarrollo de la bibliotecología en Rusia después de la Gran Revolución Socialista de Octubre tomó nuevos caminos amplios. Bajo el régimen soviético se crearon las condiciones favorables sin precedentes en el pasado para el crecimiento cultural del país. Los tesoros de la cultura, heredados del pasado, el gobierno soviético no sólo los preservó cuidadosamente, sino que también los multiplicó muchas veces y los convirtió en verdadera propiedad del pueblo.

Después de la Gran Revolución Socialista de Octubre, desarrollamos los nuevos y más avanzados principios del trabajo bibliotecario en el mundo, y la historia del trabajo bibliotecario en la URSS es un ejemplo para todos los países democráticos del mundo (Васильченко = VASILCHENKO, 1948, p. 3-4).

En relación con la perspectiva teórica, la bibliotecología soviética se formó tomando como factor esencial la teoría bibliotecaria soviética. Los ejes esenciales de esta vertiente serían: 1] fomentar la inclinación de las masas hacia los libros, 2] estimular la prestación del servicio bibliotecario de libros entre el pueblo, y 3] innovar la conducción de la biblioteconomía con base en los principios socialistas. El punto de vista de Ogan Chubaryan (1981, p. 35-36) es elocuente en este sentido al escribir:

La inclinación que despertara la revolución en las masas populares hacia el saber, hacia los libros, exigía otros principios y otras dimensiones de desarrollo de la biblioteconomía. En relación con esto surgió y se incrementó rápidamente la necesidad de fundamentar científicamente las vías de desarrollo de la biblioteconomía y de hallar las formas más efectivas de prestación del servicio de libros al pueblo. La reestructuración de toda la biblioteconomía, sobre la base de los principios socialistas, se comenzó a realizar, como una tarea estatal, prácticamente desde los primeros días después de instalado en el país el Poder Soviético y, paralelamente con esto, se comenzó a formar la teoría bibliotecaria soviética. Las bases de ésta fueron el programa leninista de organización del servicio de libros a la población en la sociedad socialista y, en sumo grado, la instructiva e innovadora experiencia bibliotecaria.

En la esfera de la bibliotecología soviética es necesario tomar en cuenta el origen de la educación bibliotecológica soviética (Richardson, 2000). En el centro de esta temática nuestro teórico socialista se basó en figuras señeras de la historia revolucionaria de la URSS. En efecto, en los planos de la creación, el desarrollo y la consolidación de bibliotecas para el pueblo, podemos observar que destacan dos relevantes personalidades que el profesor Chubaryan reconoció en sus percepciones teórico-sociales e histórico-políticas: Vladimir Ilych Ulyanov (1870-1924) y Nadezhda Konstantínovna Krúpskaya (1898-1939). Así, la bibliotecología soviética se fue formando como una ciencia social al apoyarse en proyectos, programas y planes de organización en cuanto a la prestación del servicio de libros para las masas populares, pero en concordancia con los lineamientos socialistas de Ulyanov y Krúpskaya, es decir, con visión marxista-leninista. Asunto sobre el que se detalla más adelante.

Владимирский библиотечный техникум в годы Великой Отечественной войны

La percepción política de Chubaryan, en el marco de la bibliotecología soviética, está vinculada con el Poder Soviético, de donde emergen los principios socialistas en torno a la práctica, con dirección partidista estatal, de la biblioteconomía como política bibliotecaria soviética. Así, en los primeros años de esa forma de Estado, se debatió con especial vehemencia la relación de esta profesión con el acontecer de la vida política del país. Para tal efecto, por iniciativa de Krúpskaya, se comenzó a publicar Красный библиотекарь: журнал библиотечной теории и практики [El Bibliotecario rojo: revista de teoría y práctica bibliotecaria] (1923-1944), órgano del departamento de biblioteca de Educación Política. Esta revista, editada por María Arkadyevna Smushkova (١٨٩٣-١٩٨٦) y publicada en Moscú, se encargó de promocionar el desarrollo político del personal bibliotecario y de fomentar la transformación de los centros bibliotecarios en espacios activos para coadyuvar en la construcción socialista soviética. Según Ogan Chubaryan (1981, p. 37), esa publicación periódica “llegó a ser tribuna combativa de la teoría y práctica bibliotecarias”. La política bibliotecaria soviética se centró esencialmente, según este teórico, en:

1] El trabajo político orgánico de masas con el apoyo de los libros.

2] La organización del servicio de libros destinado a las masas populares.

3] El papel político de las bibliotecas en la sociedad.

4] La gestión para acercar el servicio bibliotecario a las demandas del pueblo.

5] La subordinación de la biblioteconomía a los objetivos económicos, políticos y culturales del país (CHUBARYAN, 1981, p. 37).

Si es que el puntal político-social de la bibliotecología soviética gravitó en la relación que se planteó entre «libros y pueblo» y «bibliotecas y sociedad», categorías teóricas entretejidas que perfilarían el carácter social, político, cultural e ideológico de la práctica bibliotecaria soviética o biblioteconomía soviética.

En concordancia con el tema de este rubro, Abramov y Skvortsov, dos teóricos cercanos a Chubaryan, coincidieron con él al distinguir la relevancia de las instituciones bibliotecarias en el escenario de la sociedad, por un lado, y en el marco de la teoría bibliotecaria con perfil socialista, por el otro. Esta sería la esencia de la bibliotecología soviética (la teoría), siendo el funcionamiento social de las bibliotecas y la idea del papel de éstas en la sociedad las bases de la biblioteconomía soviética (la práctica). De tal suerte, que esos teóricos, afirmaron: “El papel social de las bibliotecas sigue siendo uno de los problemas básicos de la teoría bibliotecaria”. Aserto que concretaron al escribir: “La idea del papel de la biblioteca en la sociedad es fundamental para la biblioteconomía soviética” Abramov y Skvortsov (1978, pp. 151-152). Apreciaciones que se vinculan, en efecto, con la concepción del doctor Chubaryan (1981, p. 44):

En la bibliotecología soviética el propio concepto de bibliotecología recibió un nuevo enfoque. Por bibliotecología se entiende actualmente, no el conjunto formal de bibliotecas dedicadas solamente a prestar servicio a los lectores que a ellas llegan, sino un instituto social que organiza, a nivel de todo el país, la circulación de libros, la lectura masiva y el uso social de los libros, de acuerdo con las demandas de toda la población.

Entonces, la bibliotecología soviética se desarrollaría en el universo de la «teoría bibliotecaria socialista» integral, cuya unidad de lucha de contrarios, esencia del método dialéctico marxista, fue identificada como la «teoría bibliotecaria burguesa». Así, el contenido socialista que aportó la bibliotecología soviética al pensamiento bibliotecológico mundial giró en torno, según Chubaryan, a los vínculos «hombre y libro» y «biblioteca y sociedad», por un lado, y «biblioteca y ciencia» y «biblioteca y producción», por el otro. Y fue precisamente el análisis y estudio de estas relaciones, en el contexto soviético, que se logró elevar “la bibliotecología como ciencia social” (CHUBARYAN, 1981, p. 42). Desde esta arista, la bibliotecología soviética fundamentó su política bibliotecaria en cuatro factores interrelacionados:

1] La enorme circulación de libros entre la población.

2] El monumental proyecto de lectura masiva.

3] La plena accesibilidad de libros a todo el pueblo.

4] La relevante visión teórico-práctica concerniente a la utiliza ción social de los libros y las bibliotecas.

De modo que la biblioteconomía soviética fue considerada como el recurso material que conformó un «sistema social de comunicación» y un «sistema actual de información» (Chubaryan, 1981, pp. 42-43). Desde la arista del concepto soviético, el objeto institucional de estudio de esta especialidad sería la «biblioteca soviética», filón cultural de la «teoría bibliotecaria soviética» y cantera del «sistema bibliotecario soviético», muy diferente al del antiguo régimen imperial (HAMBURGER, 1926, p. 260). Esta categoría de biblioteca sería el origen de la «bibliotecología socialista soviética», esencia del «servicio bibliotecario socialista» y sustancia del sistema de instituciones de enseñanza extraescolar en la URSS (¿DEINEKO, ١٩٦٥?, pp. 136 y 196; FOTEEVA, 1977, p. 121). Profundicemos y ampliemos el significado de este panorama conceptual, prácticamente olvidado o ignorado en el mundo iberoamericano.

3.5 Bibliotecología socialista soviética

La teoría bibliotecaria socialista se fundamentó, con particular énfasis, en torno a la relación «bibliotecas y sociedad». Se consideró que el trabajo bibliotecario debía contribuir a la construcción del socialismo como forma de vida, gobierno y Estado. Desde esta arista, la teoría socialista de la bibliotecología/biblioteconomía, basada en el principio rector del materialismo dialéctico, fue apreciada como una “nueva teoría” que justificó los cambios de proyectos, planes, programas, funciones y actividades del sistema bibliotecario socialista soviético. Así que el trabajo bibliotecario en esa región estuvo ligado a las condiciones sociales, políticas, económicos, culturales e ideológicas de la sociedad socialista. De tal manera que se aseveraría: “En la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas se ha desarrollado una teoría de la biblioteconomía que se autodenomina “socialista”, y en la literatura profesional de los países bajo un gobierno socialista, se distingue sistemáticamente de la teoría bibliotecaria tal como se practica en los países occidentales” (ROVELSTAD, 1974, p. 318).

En Общее библиотековедение, el profesor Chubaryan contrastó los métodos y las prácticas que caracterizan los marcos de la bibliotecología socialista, por un lado, y de la bibliotecología capitalista, por el otro. Así que ese estudioso acentuaría el papel relevante que debían desempeñar las instituciones bibliotecarias en el contexto de una sociedad socialista, paradigma diferenciado de la bibliotecología burguesa por sus dimensiones social, educativa, cultural, científica, económica e ideológica. La visión burguesa de la bibliotecología, recalcaba nuestro autor, es principalmente técnica, por lo que los problemas de sentido social en relación con esta disciplina y profesión en esos tiempos no se consideraban o se tomaban en cuenta de manera muy superficial. Perfil característico que aún predomina en la doctrina bibliotecológica adherida al pensamiento social-capitalista, aderezado hoy en día por la política del neoliberalismo rampante. En cambio, la teoría bibliotecológica socialista se perfila, desde sus inicios, como una “ciencia social integral”, cuyo fundamento es la directriz marxista-leninista de la biblioteconomía aplicada en la sociedad socialista; siendo así el enfoque científico leninista en esencia el fundamento teórico de la bibliotecología soviética (CHUBARYAN, 1981, p. 12), prototipo de la bibliotecología socialista. Visión que se amplía y profundiza más adelante.

Con base en el pensamiento del doctor Chubaryan, la teoría bibliotecaria socialista soviética está impregnada por importantes asuntos que entrañan “lo social”, es decir, de lo general a lo particular, por:

1] El sentido de la bibliotecología como disciplina científico-social.

2] La biblioteconomía como profesión social.

3] Las bibliotecas como espacios con significado social.

4] Las bibliotecas como instituciones formadoras de conciencia social.

5] La prestación de servicios bibliotecarios a la población con carácter social.

6] Los libros como objetos de utilidad social.

7] La lectura masiva como proceso de naturaleza social.

8] La lectura como necesidad social de las masas.

Desde una arista histórico-social, nuestro autor consideró que la bibliotecología soviética, fundamento teórico de la bibliotecología de los países socialistas, es la que orienta la función social para investigar las bibliotecas en determinados contextos históricos (CHUBARYAN, 1981, p. 17).

Desde el punto de vista teórico-conceptual, la «bibliotecología socialista» tiene un radio de acción más amplio que la noción de «bibliotecología soviética», pues el espíritu socialista de la bibliotecología comprende el estudio y análisis que sobre esta disciplina se ejerció en todos aquellos países que conformaron el bloque o campo socialista. Tal y como nuestro autor lo aseveraría explícitamente en su libro Bibliotecología general al escribir “la bibliotecología soviética puede ser considerada la base teórica de la bibliotecología de los países socialistas” (CHUBARYAN, 1981, p. 17). Entonces, desde la perspectiva histórica es la segunda expresión la que figura como la base esencial de la primera. Siendo el eje fundamental de ambas corrientes la «bibliotecología marxista-leninista» propiamente dicha. Categoría que se trata más adelante. La apreciación del teórico en cuestión, apuntalada en el proceso de la acción cultural revolucionaria, se sistematiza con base en la Cifra 1.

Bibliotecología Biblioteconomía

Como ciencia social Como práctica social

Uso social

de libros y bibliotecas

Cometido en la

vida social, política, económica, científica y cultura del pueblo

Pero el núcleo del pensamiento social bibliotecológico del teórico que nos ocupa está basado en la reflexión y el proyecto de uno de los principales intelectuales revolucionarios del proletariado: Lenin. Es decir, la concepción soviética en torno al quehacer bibliotecario está estrechamente relacionada con las enseñanzas leninistas de la biblioteconomía, las cuales permitieron forjar la fundamentación teórica de la biblioteconomía socialista soviética (CHANDLER, 1972, p. 14-15). En el siguiente rubro se explica el influjo de este personaje en el campo de la bibliotecología/biblioteconomía, según Chubaryan y otros autores.

3.6 Bibliotecología marxista-leninista

Con base en el pensamiento que conformó la bibliotecología marxista-leninista, Chubaryan (1981, p. 10) afirmó: “No ha existido ni existe en el mundo un político y hombre de estado, un científico y pensador que haya prestado tanta atención a la biblioteconomía como V. I. Lenin”. En efecto, los fundamentos teórico-prácticos de la bibliotecología, con perspectiva marxista-leninista, se encuentran principalmente

en los escritos que al respecto publicaron Vladimir Ilych Ulyanov, Lenin5 y Nadezhda Konstantinovna Krupskaya6. Con base en este legado se ha puesto considerable atención a la divulgación del papel que llevó a cabo Lenin en la creación de la teoría socialista de la lectura, el enfoque leninista de la lectura y su prevalencia en cuanto a aquellas condiciones y medios que aseguraran el progreso social y económico (Ким = Kim, 1978, p. 4). Más aún, se asevera que “Lenin consideraba que la biblioteconomía era un indicador importante del nivel cultural de un país, así como una parte significativa en la construcción del socialismo” (ABRAMOV y SKVORTSOV, 1978, p.152). De modo que el legado leninista, basado con visión marxista, es lo que permitió formular los principios y valores que pudiesen orientar un programa integral de «servicio bibliotecario socialista». Herencia intelectual que continuó, con perspectivas teóricas y prácticas, Nadezhda Konstantinovna Krupskaya (RAYMOND, 1979; RICHARDSON, 2000; MUÑOZ-MUÑOZ, 2010; PENADÉS, 2017). Se puede afirmar que la bibliotecología marxista-leninista es una «teoría en acción», una teoría general que apunta hacia la praxis de esta disciplina. Temática que no pierde interés científico, pues el estudio y análisis sobre el pensar y obrar leninista en torno a la organización del trabajo bibliotecario en la sociedad socialista ha continuado en el presente siglo (MENESES, 2001; PATEMAN, 2019; PATEMAN and PATEMAN, 2021).

Con el triunfo de la Revolución de Octubre, el legado de Lenin sistemáticamente se puso en práctica en la URSS y, después de Segunda Guerra Mundial, se reflexionó y aplicó en toda la geografía del bloque soviético. Al respecto Chubaryan (1981, p. 10) afirmó sobre la praxis bibliotecaria leninista: “Sus ideas, así como las experiencias obtenidas con su puesta en práctica en los países de la comunidad socialista, ejercieron una influencia decisiva en el desarrollo de las ideas bibliotecarias del siglo XX”. De tal suerte que se puede afirmar que la bibliotecología, con visión leninista, fue convirtiéndose en un importante semillero de pensamiento y acción de la bibliotecología/biblioteconomía socialista. La bibliotecología como disciplina teórica y la biblioteconomía como profesión práctica en el pensamiento marxista-leninista es lo que permitió, acorde con Chubaryan, desarrollar ideas puestas en movimiento en torno a:

1] La utilización social de los libros en los países socialistas.

2] Las consecuencias sociales de la circulación de libros.

3] El servicio social que los libros deben prestar al pueblo.

4] El trabajo de biblioteca como proceso educativo.

5] El papel social de la biblioteca.

6] La biblioteca como factor social en el desarrollo económico del país.

7] La función que en general desempeñan las bibliotecas en la sociedad socialista.

8] La valoración social de la práctica bibliotecaria en el contexto capitalista.

9] Las interrelaciones existentes entre la biblioteconomía y la cultura.

10] La biblioteconomía como fenómeno y sistema social integral.

11] La bibliotecología elevada a nivel de ciencia social.

Principios y valores, funciones y actividades torales que, al englobar los aspectos sociales de la disciplina/profesión como política cultural en acción, “están inseparablemente unidas al nombre de V. I. Lenin” (CHUBARYAN, 1981, p. 10). Es decir, sin temor a errar, “podemos hablar de una etapa leninista en la historia mundial de la biblioteconomía y de una nueva comprensión de la experiencia bibliotecaria mundial” (Chubaryan, 1981, p. 11). Así, las bibliotecas soviéticas se llegaron a convertir en uno de los recursos de educación, información y recreación más importantes en el marco de la cultura socialista (Голубева и Гольдберг = GOLUBEVA y GOLDBERG, 1983, p. 5). De modo que la teoría marxista-leninista de la bibliotecología/biblioteconomía es parte de la teoría marxista-leninista de la cultura socialista soviética; es legado de la revolución cultural socialista como forma de acción social creativa, pues “es cultura del humanismo activo”, según Arnóldov Arnold Isaevich (1975, p. 58), teórico de la cultura en el contexto del socialismo. Consecuentemente, se llegaría a comprender: “Las características de la biblioteconomía socialista sólo pueden entenderse en el marco de la teoría política que la ha creado: el materialismo dialéctico desarrollado por Marx y Lenin” (ROVELSTAD, 1974, p. 319). Así, la biblioteconomía de carácter socialista, como la profesión práctica de la bibliotecología marxista-leninista, es fundamento de la teoría política de estas disciplinas. Mediante la Fig. 2, esquematicemos las percepciones teóricas de Chubaryan en torno a la bibliotecología/biblioteconomía en el contexto ruso-soviético.

Bibliotecología general

El contexto bibliotecario ruso feudal

Bibliotecología rusa El entorno bibliotecario ruso imperial

El trance bibliotecario ruso prerrevolucionario

Bibliotecología soviética

Bibliotecología socialista

Bibliotecología marxista-leninista

Historia y teoría de la bibliotecología socialista soviética

Servicio bibliotecario socialista

4 Temas teóricos en relación con la bibliotecología

Además de reflexionar sobre los conceptos anteriores, Ogan Stepanovich Chubaryan también meditó en torno a temas teóricos relacionados con la disciplina. Así que a continuación se detallan los que fundamentalmente le son reconocidos. Asuntos que continúan siendo de particular interés entre la comunidad que cultiva la teoría bibliotecológica y la práctica biblioteconómica.

4.1 La bibliotecología como ciencia social

Una las apreciaciones teóricas del doctor Chubaryan fue observar a la bibliotecología como una ciencia social. Más aún, como una parte del conjunto de las ciencias sociales. Ya en su concepción, relativa al término de bibliotecología general, planteó, como hemos visto, el carácter social de esta disciplina al mencionar la necesidad de estudiar el papel social de las bibliotecas en el contexto de un nuevo régimen socio-político; idea estrechamente relacionada con la función social de la lectura. Al respecto fue enfático al afirmar:

Los problemas de lectura son definitivamente una parte de la bibliotecología moderna y determinan una de las principales tendencias de su desarrollo. Los bibliotecólogos soviéticos creen que investigar los problemas de la lectura masiva, especialmente en sus aspectos sociales, psicológicos y pedagógicos, contribuyen al avance de la bibliotecología como rama de las ciencias sociales y aumenta su importancia teórica y práctica (CHUBARYAN, 1976a, p. 60).

Al meditar la bibliotecología dentro el sistema de las ciencias, el profesor Ogan Chubaryan determinó la necesidad de definir la esencia de la biblioteconomía moderna en el marco de este sistema mediante la investigación general de dos importantes aspectos:

1] El carácter de la biblioteconomía como ciencia a partir de sus problemas científicos.

2] Las interconexiones de la biblioteconomía con las ciencias adyacentes y contiguas.

Motivado por el rápido desarrollo de esta rama de la bibliotecología, por la constante complicación del proceso de esta disciplina y la mejora de los métodos de investigación aplicados a la misma, especificó sin temor a errar: la bibliotecología es una ciencia social. Desde esta arista, Chubaryan (1976, p. 142) afirmó: “La investigación de la interconexión «libros y sociedad» se ha convertido en la principal tarea científica, y ha dotado a la bibliotecología de los rasgos característicos de una ciencia social”; recalcando, “hoy en día no hay ciencia, aparte de la bibliotecología, que pueda, de manera tan exhaustiva y basándose en una riqueza tan enorme de material contenido en las bibliotecas, investigar todas las formas de vínculos [que existen] entre el libro y la sociedad y entre el libro y el hombre”. (CHUBARYAN, 1976a, p. 60). Pensamiento que proyecta la firme convicción social que forjó en torno a los libros como materiales de lectura masiva y a las bibliotecas como instituciones sociales organizadoras de esta práctica cultural.

Asimismo, dijo: “Un análisis de la literatura especializada de las últimas dos o tres décadas mostrará una tendencia de interés de los expertos en la investigación de formas concretas que manifiesten las funciones sociales de las bibliotecas” (CHUBARYAN, 1976, p. 143). En el centro de éstas debió poner atención en torno a las funciones relacionadas con la lectura masiva y de educación. Así, el desarrollo de la bibliotecología como ciencia social lo puntualizó con base en la distinción de los cometidos clave que caracterizó el movimiento social y político del funcionamiento de las bibliotecas soviéticas, esencia de la biblioteconomía socialista o práctica bibliotecaria socialista.

4.2 La interrelación teórico-social de la bibliotecología con otras ciencias del libro

También pensó en las interrelaciones sociales, económicas y culturales que existen en el complejo campo de las ciencias de libro. Al respecto, percibió estrechos vínculos de la bibliotecología con la bibliología y la bibliografía, aunadas a la pertinente y relevante acción de la biblioteconomía. El mutuo enriquecimiento epistemológico entre «bibliotecología y bibliología», Chubaryan (1981, p. 54) lo sostuvo al escribir:

Con respecto a la bibliotecología se puede decir que está extremadamente interesada en el desarrollo y consolidación de la bibliología como ciencia que investiga las leyes generales del desarrollo de lo relacionado con el libro, del modo más integral, en sus relaciones orgánicas con la vida social, económica y cultural del país. Las profundas investigaciones sobre las vías históricas del desarrollo de la bibliología y de su proceso de formación, el análisis de factores que determinan el desarrollo sin precedente de la bibliología en los países socialistas, la revelación del lugar que ocupa el libro en el sistema de comunicación contemporáneo, la determinación del papel del libro en la formación del aspecto espiritual del hombre, el análisis del sistema de ediciones y , por último, la creación de la tipología del libro, todo esto, engrosa la lista, bastante incompleta, de los problemas particulares de la bibliología y cuya elaboración enriquece la base teórica de la bibliotecología. Por su parte, también la bibliotecología, al analizar los procesos de la circulación de libros y del uso social de los libros, la lectura y el auditorio de lectores, apertrecha a la bibliología con un material concreto y conclusiones teóricas que muestran los resultados sociales del desarrollo de la bibliología.

Como se puede observar, la perspectiva de Chubaryan, en el marco de esta interrelación, sigue el hilo conductor que caracterizaría su teoría socialista. Es decir, muestra especial interés por el panorama social del libro para así enriquecer la teoría de la bibliotecología y la práctica de la biblioteconomía. Mira al libro como el objeto social indispensable para lograr la formación espiritual del ser humano, pues la creación de la sociedad socialista exigía, desde entonces, el enriquecimiento de la vida espiritual en la esfera cultural.

En torno a la unidad que percibió entre «bibliotecología y bibliografía» destella una serie de procesos y actividades en la esfera de la biblioteconomía o práctica bibliotecaria, tales como:

1] Los métodos bibliográficos aplicados al análisis y compilación de la producción impresa para difundir los libros entre la comunidad.

2] La orientación de la lectura basada en determinadas obras bibliográficas recomendadas.

3] La prestación del servicio de información a la ciencia y a la producción. Entre otras ideas afines o adyacentes que puntualizó Chubaryan, como resultado de esta importante relación en el entorno de las bibliotecas soviéticas, cabe mencionar las siguientes:

1] La creación de la compleja noción de servicio biblioteco-bibliográfico.

2] Los métodos bibliográficos para mostrar el contenido de los libros para su propagación y préstamo a los lectores.

3] Las bibliotecas como instituciones habituales para verificar métodos de análisis bibliográfico.

4] La aplicación de los métodos bibliográficos en materia de investigación bibliotecológica.

5] la teoría de la bibliografía enriquecida gracias a la práctica bibliotecaria.

De tal suerte que la bibliotecología (como disciplina) y la biblioteconomía (como profesión) se verían favorecidas, teórica y prácticamente, por la bibliografía; y a la inversa, la teoría de la bibliografía se potenciaría gracias a la bibliotecología/biblioteconomía. Así, en relación con el estrecho nexo entre «bibliografía y biblioteconomía», expresó: “La bibliografía representa la columna vertebral de las variadas actividades de las bibliotecas soviéticas. Es parte integral de la práctica bibliotecaria, siendo esencial para el análisis de material impreso, una guía para la calidad y la selección intencionada. No es de extrañar que la mayoría de las bibliotecas sean también centros bibliográficos” (Chubaryan, 1972, p. 46). Por esto, infirió: “De suma importancia es el desarrollo y fortalecimiento de los vínculos entre la biblioteconomía y la bibliografía”, pues estos han “demostrado ser excepcionalmente fructíferos” (CHUBARYAN, 1976, p. 147).

La noción de «servicio biblioteco-bibliográfico» es la esencia de esta gran relación. Sus ideas anteriores las matizó en cierto modo al afirmar:

La integración de la bibliotecología con la teoría de la bibliografía recomendativa es la más avanzada, tanto en el plano teórico como en el práctico. Por otra parte, es precisamente la biblioteca la base fundamental en la comprobación práctica de los métodos bibliográficos elaborados para dar a conocer la producción impresa, así como el canal que propicia una utilización más masiva y efectiva de la producción bibliográfica como sistema de ediciones para el trabajo con los lectores (CHUBARYAN, 1981, pp. 54-55).

Teoría y práctica, pensamiento y acción (praxis), es el contorno de las ideas de Chubaryan, mismas que, grosso modo, podemos esquematizarlas acorde con la Fig. 3.

Bibliología (complejo teórico del libro y sus

relaciones orgánicas con la vida social)

Bibliotecología y Biblioteconomía (complejo práctico para la difusión y

circulación de libros entre el pueblo)

Bibliografía (complejo teórico del servicio

biblioteco-bibliográfico dirigido a la población)

Se puede afirmar que la percepción interdisciplinaria y multidisciplinaria de la bibliotecología es uno de los principales legados del bibliotecario socialista Chubaryan, pues esta vertiente de conocimiento bibliotecológico ha continuado cultivándose. Una muestra es el tercer capítulo intitulado Бзаимосвязи библиотековедения с другими науками (Relaciones de la bibliotecología con otras ciencias) que forma parte de libro colectivo Библиотековедение. Общий курс (Bibliotecología: curso general) (Ванеев и Колесникова = VANEEV y KOLESNIKOVA, 2013, p.45-63).

4.3 La unidad teórica-idelológica de la bibliotecología con otras ciencias

La percepción es clara en este sentido, pues se afirma que el académico Chubaryan encuadró “el lugar de la biblioteconomía en el sistema de las ciencias”, al desarrollar, por ejemplo, “los problemas de correlación entre la biblioteconomía, la informática y la sociología” (Ванеев и Колесникова = VANEEV y KOLESNIKOVA, 2013, p. 14) y otras ciencias, como las matemáticas (CHUBARYAN, 1981, p. 52-56). En efecto, uno de los ejes temáticos, en el pensamiento teórico de aquel especialista soviético del libro y las bibliotecas, es la explicación de la bibliotecología en el marco del sistema de las ciencias (CHUBARYAN, 1976, p. 145; CHUBARYAN, 1981, p. 48). Si bien varios asuntos que atañen a esta disciplina se pueden investigar mediante el método bibliográfico, él infirió que una amplia esfera de cuestiones de la práctica bibliotecaria (biblioteconomía) requiere de echar mano de métodos y conocimientos de otras ciencias.

Entre las ideas fundamentales de nuestro autor, destaca el enfoque interdisciplinario al sugerir la integración de la bibliotecología, la biblioteconomía y la lectura con otras ciencias adyacentes y contiguas. En El hombre y el libro: problemas sociales de la lectura este sentido O. S. Chubaryan lo mostró de manera convincente al comprender los patrones generales de lectura, el estudio de la lectura educativa y profesional en general, y la relación de la lectura con otros medios, etcétera. Para él era pertinente unir las apreciaciones de bibliólogos, pedagogos, bibliotecólogos, sociólogos y psicólogos. Con base en la intersección e integración de la bibliotecología, la sociología, la pedagogía y la psicología es como se podrían revelar los patrones, las perspectivas y las características de la lectura (Ким = KIM, 1978, p. 5). Así, especial atención puso para explicar las relaciones de la bibliotecología con esas tres disciplinas sociales en su obra Bibliotecología general. Las ideas clave que percibió, en la tradición rusa y soviética, se aproximaron al planteamiento de tres aspectos:

1] La sociología de la lectura, del libro y de las bibliotecas.

2] La psicología social de la lectura en el contexto bibliotecario.

3] La pedagogía de la lectura en relación con la propaganda del libro y la orientación de la lectura en el marco de trabajo bibliotecario (CHUBARYAN, 1981, pp. 50-52).

Como se puede entender, el concepto central en aquel teórico giró en relación con la lectura, palabra clave que estrechamente vinculó con el libro y la biblioteca como recursos orgánicos de la sociedad, necesarios para crear masivamente comunidades lectoras. Por ende, los fundamentos de la lectura, según su visión, podrían enriquecerse con base en la estrecha relación de esa relevante tríada de ciencias sociales. Proyectando así el planteamiento bibliotecológico con enfoques sociológicos, psicológicos y pedagógicos de la lectura. El eje esencial que se percibe, con respecto a esta compleja proposición cognoscitiva, es el factor de lo social. Es decir, la sustancia primordial de todo este bagaje gravita en la sociedad; en la tendencia de considerar al sujeto lector como el ente social libre que, en contraste con tiempos del antiguo régimen, podía recurrir al uso de los libros y las bibliotecas para privilegiar el beneficio colectivo sobre el individual.

En efecto, para el doctor Chubaryan esta compleja interrelación debía tener una gran importancia social puesto que los problemas esenciales de la bibliotecología/biblioteconomía, en el contexto soviético, sólo podían ser investigados con el apoyo epistemológico de otras ciencias, como la sociología, la psicología y la pedagogía, entre otras ciencias. Al respecto valoró:

Al mismo tiempo, cabe destacar otro fenómeno positivo. La investigación de los problemas de la lectura ha contribuido al desarrollo de la biblioteconomía y al fortalecimiento de sus conexiones con otras ciencias. La integración de la bibliotecología, especialmente con la sociología, la psicología y la pedagogía, se puede ver ahora en una abrumadora mayoría de trabajos de investigación sobre el problema de la lectura. Esto ya ha producido resultados positivos. Surgen áreas prometedoras para investigaciones complejas en las intersecciones de las ciencias, como la sociología de los libros, la psicología de la lectura y la pedagogía de la lectura. Una de las principales tareas de la bibliotecología moderna es contribuir de todas las formas posibles a este proceso beneficioso (CHUBARYAN, 1976a, pp. 60-61).

Con base en esta percepción, el profesor Chubaryan (1976a, p. 60) aseveró: “Los problemas de la lectura son definitivamente una parte de la bibliotecología moderna y determina una de las principales tendencias de su desarrollo”. Si es que los conceptos de lectura, por un lado, y de comunidad lectora, por el otro, son fundamento sustancial de esta disciplina. Esquematicemos las tres importantes correlaciones que observó nuestro autor a través de la Fig. 4.

Sociología

Sociología de la lectura, del libro y las bibliotecas

Bibliotecología y Psicología

Psicología social de la lectura en el entorno

bibliotecario

Pedagogía

Pedagogía de la lectura en la difusión del libro y la guía de la lectura mediante el quehacer bibliotecario.

\

Asimismo, las relaciones entre «bibliotecología e informática» se han hecho esenciales, según su percepción, por: el creciente flujo de información científica y técnica; la necesidad de divulgar los logros científicos y técnicos; el incremento de requerimientos sobre conocimientos en ciencia y tecnología; la necesidad de contar con servicios de información en los ámbitos de la ciencia y producción; y las demandas de información por parte de científicos y especialistas. Ante esto, fue enfático: “Los problemas de la bibliotecología, surgidos como consecuencia del incremento de las demandas de la ciencia y la producción, ya no se pueden solucionar en la actualidad con éxito si no se apoyan en las conclusiones teóricas de la informática”, por un lado, y “tampoco la informática se puede desarrollar sin tomar en consideración los logros alcanzados por la bibliotecología” (CHUBARYAN, 1981, p. 52-53), por el otro. Ideas que formuló basándose en Михайлов Александр Иванович (Aleksandr Ivánovich Mijáilov. 1905-1988), ingeniero y teórico de la información e informática, y quien fuera el creador del centro de documentación soviético VINITI y miembro activo de la Federación Internacional de Información y Documentación, con sede en la ciudad de Bruselas, Bélgica.

Por último, la interrelación entre «bibliotecología y matemática» la precisó al observar la aplicación de métodos matemáticos en torno a:

1] Los estudios empíricos relativos a la sociología de la lectura.

2] La solución de problemas de organización de sistemas automatizados biblioteco-bibliográficos y búsqueda de información.

3] La determinación de las proporciones óptimas del desarrollo de la biblioteconomía.

4] La perspectiva de modelación matemática de diferentes sistemas bibliotecarios.

5] El uso de métodos de probabilidades y estadística matemática para el pronóstico científico de la biblioteconomía (CHUBARYAN, 1981, p. 55-56).

Desde esta perspectiva, aseveró con mirada puntual que

“[…] es necesario mencionar los vínculos entre la bibliotecología, por un lado, y la cibernética, la economía, la estadística matemática y la estructuralogía, por el otro. Estos lazos se acaban de rastrear y en realidad aún no se han estudiado. Su consolidación, sin embargo, elevará aún más el nivel teórico de la bibliotecología, ampliará el alcance de sus problemas y permitirá aplicar métodos científicos modernos a la investigación bibliotecológica” (CHUBARYAN, 1976, p. 147).

El tiempo le ha dado la razón a aquel teórico socialista. Hoy en día, es claro que la bibliotecología/biblioteconomía ha alcanzado más altos niveles de conocimiento científico gracias a su estrecha relación con el complejo sistema de las ciencias.

4.4 Libros , bilbliotecas y lectura

Basándose en el pensamiento revolucionario de Lenin, el profesor Chubaryan hizo patente en Libraries in the USSR el papel que desempeñaban los libros en la vida social, económica y cultural del pueblo soviético, a tal punto que la lectura se convirtió en un asunto sustancial de acción social permanente, tanto en la ciudad como en el campo. La lectura de libros permitió así la formación de la conciencia cívica, la dotación de conocimientos concretos para la participación activa en los asuntos del Estado y el cultivo de actitudes creativas para el trabajo (CHUBARYAN, 1972, p. 7). De tal modo que quien fuera director de la Biblioteca Lenin (Biblioteca Nacional de la URSS), mostró que el primer Estado socialista debía ser un país de libros y lectura, de lectores y bibliotecas. De esta manera, el ideal leninista «bibliotecas para el pueblo» se fue haciendo realidad en el Estado federal de repúblicas socialistas; y más tarde, después de Segunda Guerra Mundial, esa convicción social, política, ideológica y cultural se aplicó en los países del bloque socialista del Este.

En sí, en su libro Человек и книга: социальные проблемы чтения trata varios aspectos sociales en relación con el proceso de la lectura. Con base en los logros de la ciencia soviética sobre este tema el autor analizó problemas sociológicos, psicológicos y pedagógicos de la lectura, así como su función en la crianza y educación del pueblo soviético. Chubaryan en ese libro pone un especial énfasis sobre lo que tiende a caracterizar el papel social de las instituciones bibliotecarias para promover el libro y orientar los planes, proyectos, programas y actos relacionados con el fomento del hábito de la lectura. Es decir, determinó las características principales de la «teoría soviética de la lectura» para plantear una «teoría socialista de la lectura», en la que apreció las etapas, las formas, las funciones y los problemas de la lectura. En otras palabras, una teoría con visión científica sobre el papel de los libros y los lectores en el escenario de la relación social que existe entre «lectura y bibliotecas». La percepción de Kim Maxim Pavlovich, escrita en la parte preliminar de ese libro, nos aclara:

El trabajo de O. S. Chubaryan está imbuido de un solo plan y una sola idea: mostrar los patrones y las características de la lectura bajo el socialismo, revelarlo como un proceso social, como un fenómeno social masivo que afecta directamente todos los aspectos de la vida.

El autor analiza el proceso de formación de la teoría soviética de la lectura, la conexión inseparable entre la formación de la ciencia de la lectura y el desarrollo de la cultura soviética. (Ким = KIM, 1978, p. 4).

Así, Chubaryan vinculó el «papel social de las bibliotecas» con la «función social de la lectura», ejes esenciales de la «misión social de los libros», en la cual abarcó la compleja esfera de las diferentes instituciones bibliotecarias. Por esto se observa que la unidad entre libros, bibliotecas y lectura, fue una importante «interrelación social» en la percepción de aquel teórico socialista. Desde esta perspectiva, afirmó: “El concepto soviético reconoce a las bibliotecas como las principales organizadoras de la lectura masiva y de ayuda a la población en la selección de los libros más interesantes y adecuados” (Chubaryan, 1976a, p. 58); además de aseverar: “El grado de uso de los libros de la biblioteca se ha convertido en un amplio indicador sobre la influencia de las bibliotecas y de la popularidad de la lectura” (Chubaryan, 1976a, p. 59). Puntos de vista que se complementan con la aseveración de I. P. Osipova (1976, p. 91), entonces jefe de la División de Investigación en Bibliotecología de la Biblioteca Lenin: “Se puede tener una idea general de la genuina popularidad de la lectura en la URSS a partir del análisis y la comparación de varios datos: el nivel de educación de los miembros de la sociedad Soviética, el número de estudiantes en varios establecimientos educativos, el número y contenido de los libros, el nivel de calidad del servicio bibliotecario, etc.”. Percepción que se vincula con los rasgos básicos que el teórico en cuestión apuntó en torno a la lectura masiva como “fenómeno social progresista”:

1] La lectura como uno de los medios más relevantes para formar conciencia social y fomentar los valores políticos y éticos entre las personas.

2] La lectura como uno de los instrumentos más utilizados para implementar la tarea de educación permanente que permitiese elevar los estándares culturales del pueblo.

3] La lectura como medio para aumentar el conocimiento y las habilidades profesionales con el fin de que las personas lograsen una vida más creativa y activa (CHUBARYAN, 1976a, pp. 51-54).

Atributos que apoyarían, en el contexto socialista, la estructuración de la acción cultural concerniente a los nexos «hombre y libro», «biblioteca y sociedad», «biblioteca y ciencia» y «biblioteca y producción». Peculiaridades que, a juicio de Chubaryan, reflejan la función social de la lectura. Desde esta perspectiva, los asuntos del libro, la biblioteca y la lectura alcanzaron un nivel destacado en la esfera de la bibliotecología/biblioteconomía socialista; es decir, en las coordenadas de la teoría de la ciencia y de la práctica activa. El testimonio documental de esa teoría, por un lado, y los hechos recogidos por la historia, por el otro, son evidencias claras en este sentido.

Observamos que el concepto de «lectura masiva», en el pensamiento teórico-práctico del profesor Chubaryan, adquiere especial relevancia en un escenario de revolución cultural; en un contexto socio-político de progreso científico-técnico y en un ambiente de actividades creadoras de las masas populares. Así, concibió que la biblioteca se estaba convirtiendo en una institución organizadora y dinámica de la lectura masiva. De tal modo que la lectura a través del uso masivo de los libros había dejado de ser un privilegio, característico de tiempos del imperio zarista, para ser parte de un bien de todo el pueblo; para la formación comunista del hombre nuevo (CHUBARYAN, 1981, pp. 70-71). En este sentido, se debía poner especial atención a la organización de la lectura masiva con la participación de las instituciones bibliotecarias. En otras palabras, afirmaría: “La responsabilidad de la propaganda activa del libro entre la gente y de atraerlos a la lectura sistemática debe recaer en la biblioteca como el principal organizador de la lectura masiva para quienes viven o trabajan dentro del alcance de su actividad” (CHUBARYAN, 1976a, p. 58). El grado de uso de los libros de las bibliotecas sería un claro indicador tanto del influjo de los servicios bibliotecarios como de la popularidad de la lectura, mostrando así el creciente papel social de las bibliotecas (CHUBARYAN, 1976a, p. 59) que se estaba proyectando en la conformación de un nuevo orden social y político. El papel laborioso, diligente y afanoso del personal bibliotecario socialista soviético sería una parte relevante de la revolución cultural en aquel tiempo.

El término aludido se asocia a las expresiones «bibliotecas de masas», «bibliotecas soviéticas de masas» y «servicio bibliotecario de masas» en el entorno de la sociedad socialista. A juicio de nuestro teórico, las bibliotecas soviéticas de masas:

1] Son un fenómeno nuevo en la historia de la biblioteconomía.

2] Por sus características, objetivos y tareas, se diferencian de las bibliotecas populares que existieron en la Rusia prerrevolucionaria y de las bibliotecas públicas de países capitalistas contemporáneos.

2] Con el trabajo que realizaban, pusieron de manifiesto las leyes de desarrollo de la revolución cultural, el adelanto político-cultural del pueblo y de su vida laboral.

3] Se convirtieron en centros de utilización de los tesoros bibliográficos con el fin de instruir y educar al hombre nuevo, acelerar el progreso científico-técnico y divulgar los logros de la ciencia y la técnica más avanzada (CHUBARYAN, 1981, pp. 105, 109).

Así, libros, bibliotecas y lectura, en la acción de las masas, fue una tríada fundamental en la praxis de aquel pensador dedicado a la teoría bibliotecológica y al movimiento bibliotecario en el orbe soviético-socialista. La teoría social de las bibliotecas de masas, en la percepción del profesor Chubaryan, fue un tema de especial relevancia para explicar la creación, el desarrollo y la consolidación de esos espacios de lectura pública dentro del sistema bibliotecario socialista soviético, y así diferenciarlas de las bibliotecas científicas y técnicas.

5 Conclusión

El análisis del pensamiento en acción de Ogan Stepanovich Chubaryan, uno de los teóricos de la bibliotecología/biblioteconomía socialista, nos revela que la investigación en relación con el estrecho vinculo que existe entre «bibliotecas y sociedad» no se puede explicar integralmente sin el conocimiento de la praxis (pensamiento y acción) de este tipo de personajes del contexto soviético. Corriente que no ha perdido pertinencia ni vigencia, pese a la extinción de la URSS a fines de 1991. Así, no es suficiente recurrir a intelectuales occidentales de estas disciplinas para seguir construyendo nuevos aportes en la esfera de la bibliotecología social y política. Para tal efecto, es necesario estudiar contextos que nos permitan hacer contrastes, como los que nos ofrecen autores de países orientales. La panorámica socialista soviética es una posibilidad de investigación en este sentido. De modo que los principios y valores, los pensamientos y actos en torno a esta temática continúan, desde diferentes perspectivas teóricas e históricas, siendo objeto de debate académico.

Para comprender cabalmente la praxis bibliotecológica/biblioteconómica de nuestro personaje socialista-soviético, se han explicado varios conceptos, tales como: bibliotecología general, bibliotecología rusa, bibliotecología soviética, bibliotecología burguesa, bibliotecología marxista-leninista. En torno a estas ideas clave gira esencialmente la percepción teórico-histórica de la bibliotecología/biblioteconomía del doctor Chubaryan. Más aún, se han presentado imágenes y esquemas para así ilustrar evidencias documentales y puntos de vista fundamentales.

La triada esencial en la percepción teórico-práctica del profesor Chubaryan en este trabajo fue: libros, bibliotecas y lectura. Su convicción en relación con estos recursos materiales para posibilitar el proceso de lectura entre las masas, serían las categorías en torno a las que puso especial énfasis para afirmar que la bibliotecología es, por un lado, una parte esencial del sistema de las ciencias y, por el otro, es, dentro de este complejo sistema, una ciencia social. Postulados que planteó en su libro Общее библиотековедение (Bibliotecología general), cuya primera edición data, recordemos, de 1960. En tanto, la tercera edición, traducida al español, se publicó en Cuba en 1981. Obra que probablemente no se conozca en toda la región iberoamericana.

Cabe reconocer que el estudio y análisis de la obra del doctor Chubaryan no se agota con la presente investigación. Su teoría social de la biblioteca socialista aún es posible continuar sistematizándola, en amplitud y profundidad, con base en sus publicaciones y puntos de vista de otros teóricos soviéticos. Si nos empeñáramos en diseccionar su Bibliotecología general, sería posible escribir una teoría social y política de la bibliotecología socialista. Proyecto que se antoja no para un artículo, sino para elaborar una obra monográfica destinada a ilustrar a la comunidad bibliotecaria iberoamericana.

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Imagen 1 – Ogan Stepanovich Chubaryan

Fuente: [Wikipedia, la enciclopedia libre]

Imagen 2– Ogan Stepanovich Chubaryan

Fuente: Enciclopedia. Eds. I. E. Barenbaum, A.A. Belovitskaya, A.A. Govorov y otros. Moscú: Gran Enciclopedia Rusa (1998. p. 709).

Imagen 3 – Pasta del libro Biblioteconomia general

Mosc: Rusia Sovitica, 1960, 1ã ed. 202p.

Imagen 4 - Cubierta del libro Bibliotecologia general

Cuba: Ministerio de Cultura, Editorial Cientfico-Tcnica 1981, 3ã ed. 367p.

Imagen 5 - Portada del Diccionario de términos bibliotecarios.

Mosc: Editorial Libro, 1976. 223p

Imagen 6 - Tapa del libro Libraries in the URSS.

Mosc: Editorial Libro, 1976. 87p

Imagen 7 - Pasta del libro Chubaryan O. S. El hombre y el libro: problemas sociales de la lectura.

Mosc: Nauka 1978. 109p.

Fuente: (CHUBARYAN, 1981, p. 20; Скворцов = SKVORTSOV, 1996, p. 13).

Imagem 8 – El primer libro sobre biblioteconomía russa

1

Título en ruso: Опыт о библиотеке и кабинете редкостей и истории натуральной Санкт-Петербургской Императорской Академии Наук. Empero esta obra se publicó antes en francés (Essai sur la Bibliothèque et le Cabinet de curiosités et d’histoire naturelle de l’Académie des sciences de Saint Petersbourg, Par Jean Bacmeister, sous bibliothécaire de l’Académie des scienses. - SPb., 1776. - 254 p.); y en alemán (Versuch über die Bibliothek und das Naturalien- und Kunst-Kabinet der Kaiserlichen Akademie der Wissenschaften en St. Petersburgo / Aus dem Französischen des Herrn Bibliothekars Johann Bacmeister. - SPb., 1777).

2

Desde 1925, la biblioteca se llamó oficialmente Biblioteca Pública Estatal en Leningrado; desde 1932, esta Biblioteca Pública Estatal llevó el nombre de M.E. Saltykov-Shchedrin; desde 1992, es la Biblioteca Nacional de Rusia. A esta institución bibliotecaria, ubicada en San Petersburgo (Leningrado en tiempos de la URSS), se le considera como una de las primeras bibliotecas públicas de la Europa del Este. Hoy es la segunda más grande de la Federación Rusa.

3

Sobre la vida y obra de este personaje, véase: Stuart, Mary. Aristocrat-librarian in service to the Tsar: Aleksei Nokolaevich Olenin and the Imperial Public Library. New York: Columbia University Press, 1986. 245 p.

4

La principal obra de Николай Александрович Рубакин (Nikolai Aleksandrovich Rubakin) fue su libro que publicó en francés bajo el título Introduction à la psychologie bibliologique (Paris, J. Povolozky & cie, 1922). Véase también: Simsova, S. (ed.) (1968). Nicholas Rubakin and bibliopsychology. Hamden, Connecticut: Archon Books & C. Bingley, 1968.

Imagen 9 - Fascículo de la revista El Bibliotecario Rojo, 1939.

Fuente: [Biblioteca cientfica Regional Vladimir]

Fuente: esquema elabora por el autor

Fig. 1 - La bibliotecología socialista soviética puesta en acción, según Ogan Stepanovich Chubaryan

5

Lenin i bibliotechnoe delo [Lenin y la biblioteconomía]. [Sostaviteli: K.I. Abramov, G.P. Fonotov, E.D. I. Agodina; Otv. redaktor I.P. Kondakov]. Moskva: Izd-vo “Kniga”, 1969. 406 p.; V. I. Lenin i bibliotiechnoie delo [V. I. Lenin y la biblioteconomía]. Kartashov, N. S. (otb. Red.); Abramov, K. I. (Sostabitel). Izd. 3-e. Moskva: Izdatielstvo Knizhanaya Palata, 1987. 656 p.; Lenin and library organization. Kartashov, N. S. (Editor in chief). Moscow: Progress Publishers, 1983. 216 p. ; Lenin, Vladimir Ilich. La labor cultural y la organización de bibliotecas para las masas: documentos y recuerdos. Moscú: Editorial Progreso, 1975. 235 p.

6

Krúpskaya, N. K. O bibliotechnom dele. Sbornik Trudov. [Acerca de la biblioteconomía: compilación de trabajo]. Moskva: Kniga, 1982-1987. Obra en seis tomos: tom 1 1918-1924, 448 p.; tom 2 1925-1929, 480 p.; tom 3 1930-1933, 528 p.; tom 4 1934-1935, 557 p.; tom 5 1936-1937, 416 p.; tom 6 1938-1939, 349 p.; Krúpskaya, N. K. . O bibliotechnom dele: sbornik. [Sobre la biblioteconomía: compilación]. Moskva: [s.n.], 1957. 716 p. Secciones: De la experiencia laboral antes de la Gran Revolución Socialista de Octubre; Lenin y las bibliotecas; Sobre la biblioteconomía en los primeros años del poder soviético; Sobre la participación de las masas en el trabajo bibliotecario. gestión de bibliotecas; Biblioteca para ayudar a los lectores; Obras bibliográficas críticas; Bibliotecas y libros para niños; Sobre la formación de un bibliotecario soviético.

Fig.2 - Paradigma histórico-social de la bibliotecología ruso-soviética-socialista, según Chubaryan

Fuente: esquema elaborado por el autor

Fig. 3 - Relaciones científico-sociales de la bibliotecología/biblioteconomía

con la bibliología y la bibliografía, acorde con Chubaryan

Fuente: esquema elaborado por el autor

Fig. 4 - Interrelación de la bibliotecología con algunas ciencias sociales, según la

percepción de Chubaryan

Fuente: esquema elaborado por el autor